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BAUEN, día 10

Rezos y mensajes de WhatsApp

Irrazábal pide la palabra: “Atento a lo avanzada de la hora, y a la inminente posibilidad de que pierda estado parlamentario una media sanción que vino aprobada por unanimidad de la Cámara de Diputados, yo voy a pedir que se modifique el plan de labor”. La propuesta es recibida con murmullos y agitación por los senadores oficialistas, pero se hace la votación, después de cierta dilación de Michetti. Se vota y el resultado es favorable: 42 a 17.

Afuera hay algarabía, pero también nerviosismo porque quedaba ya muy poco margen para la votación.

Sobre ese momento, cuenta Federico:

Estábamos Silvina Irrazábal y yo cambiando mensajes por WhatsApp con Juanchi Irrazábal del otro lado de la pared, dentro del recinto, y también hacia afuera con Fabio (Resino, dirigente de FACTA) para mantener informados a los compañeros. Y Eva, me acuerdo perfectamente, rezando, entre llantos, con las manitos entrelazadas, sentada en su silla mientras nosotros cambiábamos mensajes. Y ahí también se nos sumó un compañero que trabaja en el Senado, Oscar Leguizamón, que se quedó con nosotros viendo en vivo la última movida. Todo media hora antes de que sonara la campana.

Los rezos de Eva, los mensajes de Federico, la destreza del senador Irrazábal para manejar la situación y, por sobre todo eso, la justicia de la causa de los trabajadores del BAUEN, confluyeron en lo que vino después. Gabriela Michetti, que como vicepresidenta conducía la sesión, mostraba su habitual impericia y trataba de demorar el debate, algunos senadores intervinieron, trataron de votar en particular para hacer pasar el tiempo, mientras Irrazábal decía que se votaba en general y en particular por las obvias razones temporales.

Afuera, la muchedumbre se había movido desde la esquina a la puerta del Senado, sobre la calle Hipólito Yrigoyen, en la que estaba circulando el tránsito, hasta que se cortó por la cantidad de personas reunidas. Había un cordón de policías cubriendo la puerta. Se habían formado corrillos alrededor de algunos que por los teléfonos celulares lograban conectar el canal de TV del Senado que trasmitía la sesión en vivo. Se hizo silencio alrededor mientras se producía el debate. Todos tenían un ojo en los relojes.

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