Capítulo 1
La Cenicienta de la expropiación
Sobre la esquina del Congreso nacional que da a la Cámara de Senadores, en Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen, un grupo de alrededor de doscientas personas cortaba dos carriles de la avenida sosteniendo un largo cartel.
Una parte de estos manifestantes usaba una remera negra con inscripciones en blanco, en cuya espalda se podía leer: “Ponete la camiseta del BAUEN”. Al costado, colgando de las rejas que protegían al parlamento desde la crisis de 2001, una bandera grande con los colores argentinos pedía por la expropiación del hotel BAUEN[^1], una de las mayores y más conocidas empresas recuperadas del país.
El BAUEN es un hotel de veinte pisos y 220 habitaciones ubicado a apenas cuatro cuadras del Congreso, en Callao y Corrientes. Ocupado por sus ex trabajadores el 21 de marzo de 2003, había sido puesto en funcionamiento con enorme esfuerzo por la cooperativa que formaron, pero nunca se había logrado regularizar la situación jurídica debido a una compleja trama de intereses y ocultamientos, provocados por el mismo grupo empresario que lo había construido con dinero público durante el período de la dictadura cívico-militar.
El BAUEN cooperativo es un acrónimo de Cooperativa de Trabajo Buenos Aires Una Empresa Nacional, que utilizamos sin puntos para facilitar la lectura.
Eran cerca de las 15 horas del 30 de noviembre de 2016 y un potente sol caía a pico sobre el grupo. Estaban ahí concentrados porque existía la firme posibilidad de que se aprobara durante esa jornada, la última de las sesiones ordinarias anuales del Congreso, la ley de expropiación del hotel a favor de la cooperativa. Era aquel día o quien sabe cuándo, porque de no votarse el proyecto perdía el estado parlamentario, es decir, no podía ser tratado, se desestimaba. Para los trabajadores del BAUEN, esa posibilidad equivalía a una tragedia política. Había costado mucho, después de trece años de autogestión y resistencia, llegar a que se aprobara la ley de expropiación en la Cámara de Diputados casi un año antes. Los legisladores habían votado esa norma en medio de un paquete de otras 90, de muy diverso tipo, también sobre la hora, en el último día posible antes del cambio de gobierno. Desde que había sido presentado, el proyecto no había avanzado prácticamente nada, vegetando en la Cámara de Senadores, adonde fue girado el 1 de diciembre de 2015. Desde ese día, no se había movido.
[^1]: Nota de los autores: A lo largo del libro, vamos a usar dos maneras de nombrar al hotel: Bauen para referirnos a la empresa patronal que lo gestionaba hasta diciembre de 2001 y la compañía residual que siguió utilizando el nombre; BAUEN (con mayúsculas) para la cooperativa de trabajo que lo recuperó.