La cuestión para la cooperativa era cómo superar este impasse en el que se encontraba la ley aprobada a medias (solo por la Cámara de Diputados).
Se trataba, principalmente, de encontrar interlocutores válidos en el Senado con los que hablar para avanzar en la sanción del proyecto. El que proporcionó la punta del ovillo fue el diputado Omar Plaini, a su vez secretario administrativo de la recientemente unificada Confederación General del Trabajo y líder del sindicato de canillitas. A través de Marcelo Amodio, director de la Cátedra Libre de Fábricas Recuperadas de la Universidad Nacional de La Plata y asesor de Plaini, se organizaron una serie de encuentros de la directiva de la CGT con organizaciones de empresas recuperadas y cooperativas. Una de ellas fue FACTA. Cuenta Federico Tonarelli, vice-presidente de la cooperativa BAUEN y presidente de la federación que “la relación entre el BAUEN y Plaini es histórica, fue uno de los impulsores en las comisiones de la Cámara de Diputados del proyecto de ley”. A principios de septiembre de 2016 se hizo la reunión entre FACTA y Omar Plaini, a la que concurren el propio Federico, Carlos Ortiz y Fabio Resino, tesorero y síndico, respectivamente, de la federación.
Omar nos dice que él quiere introducir la temática de las cooperativas de trabajo y las empresas recuperadas en la CGT y armamos una agenda de trabajo. Uno de los temas era el conflicto del frigorífico Sadowa, en Mar del Plata, y el otro el BAUEN, para que nos ayude en el Senado. Es ahí que nos dice “yo me ocupo, en unos días hablamos”. Y así fue, me llama a los pocos días y me pone en contacto con el senador Juan Manuel Irrazábal, un senador de Misiones del Frente para la Victoria.
Esa relación con Irrazábal fue estratégica. El senador puso a todo su equipo, especialmente a su sobrina, Silvina Irrazábal, a trabajar con la cooperativa BAUEN y su proyecto de expropiación. “Desde el día que la conocí y tuvimos la primera reunión, Silvina hablaba conmigo diariamente”, relata Tonarelli. Es así que se organizaron reuniones con Alfredo Martínez, radical de Santa Cruz, y con Juan Manuel Abal Medina, senador del Frente para la Victoria por la provincia de Buenos Aires. Martínez era presidente de la Comisión de Asuntos Administrativos y Municipales y Abal Medina de la Comisión de Presupuesto del Senado. “Se empezó a analizar el tratamiento del proyecto del BAUEN en estas dos comisiones y se nos fue yendo el año, ya estábamos prácticamente a fin de 2016”, continúa el presidente de FACTA, quien también recuerda que:
Finalmente, como se ve que no lograban acuerdo en sus comisiones para avanzar, convocan a una reunión plenaria de las dos comisiones pero justo el último día de sesiones. El último día, en la última sesión, ellos convocan plenario de comisiones a la mañana prácticamente en el mismo horario en que comenzaba la sesión.
No hubo quórum y la reunión no se hizo. La oportunidad de hacer pasar el proyecto por las comisiones se perdió. Casi al mismo tiempo empezaba la sesión de la cámara. Cuando parecía que todo fracasaba, Irrazábal le anunció a los trabajadores que iba a pedir tratamiento sobre tablas y que tenía acuerdo para eso del jefe de bloque, Miguel Ángel Pichetto.
El tiempo se venía encima, independientemente de la cantidad de proyectos que hubiera que tratar, el cierre de la sesión a la medianoche era indefectible, y la hora en que el proyecto iría a caducar se acercaba. Si eso pasaba, la ley con media sanción de diputados se caía, no podría volver a ser tratada. Al mediodía, el proyecto no había sido ni siquiera introducido entre los que iban a ser tratados.