Capítulo 12
El largo camino a la expropiación
El 21 de marzo de 2014 se cumplía un nuevo aniversario de la ocupación del hotel por sus trabajadores, el undécimo. Como todos los años, la cooperativa había organizado un evento convocando a numerosos invitados de distintos sectores políticos, gremiales y cooperativos a mostrar su apoyo a la autogestión del BAUEN. Incluso, se presentó en ese marco el informe del cuarto relevamiento de empresas recuperadas realizado por el Programa Facultad Abierta de la UBA1, en el que se hacía una lectura en base a la encuesta que ya se venía realizando desde el año 2002 de la situación de las empresas recuperadas en el país.
Ese mismo día, casualidad o causalidad, llegó al hotel una nueva cédula de desalojo enviada por el Juzgado n.° 9 de Paula Hualde. Una ominosa sombra tiñó el festejo: nuevamente la amenaza, el peligro. El simbolismo de recibir la noticia de una nueva cédula de desalojo el día en que los trabajadores y muchas otras organizaciones celebraban los once años de la recuperación del BAUEN no escapa a nadie, haya sido buscado o no por la jueza.
Todos, trabajadores del hotel y quienes se solidarizaban, recomenzaron la campaña para su defensa. Se reactivó el reclamo por la ley de expropiación en el Congreso, que a esta altura ya contaba con cuatro proyectos de ley presentados en la Cámara de Diputados que reemplazaron al de Francisco Gutiérrez cuando perdió vigencia. Entre éstos se contaban el de Victoria Donda de Libres del Sur (que fue ingresado el 4 de junio de 2008, perdió estado parlamentario y fue nuevamente propuesto), el de Carlos Heller del Partido Solidario (presentado el 17 de diciembre de 2012) y el de Héctor Recalde y Adriana Puiggrós, ambos del Frente para la Victoria (que presentaron el suyo poco después de la reactivación del desalojo). A estos tres hay que sumar un proyecto anterior de Carlos Tinirello, que había sido electo como diputado por la lista de Autodeterminación y Libertad, el partido de Luis Zamora. Todos iban en la misma línea del original del “Barba” Gutiérrez, con algunas variantes en cada caso. Sin embargo, ninguno de ellos conseguía avanzar.
La campaña contra el desalojo y por la expropiación alcanzó ribetes internacionales. Para el primero de mayo se organizó una jornada de solidaridad internacional con el BAUEN, y llegaron adhesiones desde distintas partes del mundo, pero especialmente desde Estados Unidos y países de América Latina y Europa. Entre ellos, de fábricas y empresas recuperadas como Fralib de Francia, Officine Zero y RiMaflow de Italia o VioMe de Grecia, que en su planta aún hoy tiene colgado un cartel hecho para la ocasión que dice, en castellano, que “la mitad de nuestro corazón está en Buenos Aires: VioMe en solidaridad con el BAUEN”.
- Centro de Documentación de Empresas Recuperadas, Nuevas empresas recuperadas 2010-2013, Bs. As.: Peña Lillo/Continente, serie La Economía de los Trabajadores, 2014.↩