La indignación de La Nación contra las “ocupaciones ilegales” tiene un destinatario directo, los trabajadores de la cooperativa BAUEN. Presentan al fallecido empresario Marcelo Iurcovich y a su hijo Hugo, sin nombrarlos, como unas pobres víctimas de los nuevos bárbaros, los obreros que ocupan empresas (prefieren llamarlos empleados, para destacar su subordinación a un contrato de empleo, que en realidad vulneraron los empleadores).
Pasan por alto el hecho de haber construido el hotel con un crédito impago del BANADE gracias a sus vínculos con la dictadura militar y que su quiebra dejó a unas 70 familias en la calle. Afirman que el uso de la sigla B.A.U.E.N. por la cooperativa infringe la ley de patentes, cuando los empresarios que están defendiendo cambiaron la razón social unas cuantas veces para evadir impuestos y pagos, y la última maniobra la hicieron con la fantasmal empresa Mercoteles, a la cual la jueza le atribuye la propiedad del hotel.
Llaman al desalojo inmediato porque si no “el hecho consumado” se impone frente a la propiedad. Pero no reclaman que se actúe frente al hecho consumado del vaciamiento empresario que deja a la gente sin trabajo. Ni frente a las maniobras fraudulentas de los empresarios que toman créditos que no pagan (preferentemente en los bancos públicos), que no pagan cargas sociales de sus trabajadores (por lo cual estos llegan a la edad de jubilarse, habiendo trabajado décadas, y no tienen los aportes registrados), que no pagan impuestos y dejan una deuda millonaria ante la AFIP, un enorme pagadios que en realidad lo paga el pueblo argentino.
Ignoran la reforma de la ley de quiebras. No conocen ni siquiera los antecedentes en tal sentido en los “países serios” que ellos admiran, como en los propios Estados Unidos, Francia, España o Italia, que posee una ley específica, la ley Marcora, para que las empresas en quiebra pasen a ser gestionadas por las cooperativas de sus trabajadores con apoyo financiero del Estado. O que uno de los principales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos en las últimas elecciones y hoy, según las encuestas, un político aún más popular que el presidente Trump, Bernie Sanders, planteara la formación de cooperativas en empresas quebradas como la principal medida para recuperar los índices de empleo ese país.