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BAUEN, día 60

El lector podrá advertir una gruesa incongruencia en las fechas. No solo la última, en la que Mercoteles (es decir, los testaferros de los Iurcovich) presenta ante el juzgado que “entiende” en la quiebra de Solari SA tres años y medio después de haber adquirido la propiedad. Hay algo mucho más grave, que lo vamos a poner en las palabras que la propia jueza Paula Hualde utilizó en el fallo de primera instancia del 20 de julio de 2007, en una observación a la que finalmente pareciera no darle importancia:

Obsérvese que tal como fuera señalado en el pto. III e), Bauen SACIC vendió el inmueble a Mercoteles SA el día 25 de julio de 2001, es decir con anterioridad incluso a que se dispusiera su restitución a quien por entonces aparecía como titular registral.1

En relación a esto, la denuncia de Gallardo estableció la venta del hotel a Mercoteles el 25 de junio de 2001, apenas cinco días después de constituirse la empresa. Dice Gallardo en su denuncia:

(…) obra en nuestro poder copia de informe de dominio correspondiente al 8 de noviembre de 2005, donde consta la venta del inmueble en cuestión con fecha 25 de junio de 2001 (Anexo I), cuando según resolución de V.S. mencionada en el punto anterior, se presenta documentación recién el 22 de marzo de 2006 (cinco años después) en la que figura asentada la compraventa realizada el 25 de julio de 2001, de la que surge la titularidad de Mercoteles SA2.

Más aún, los propios Iurcovich admiten tácitamente el hecho en su propia cronología que, sin dar fechas exactas sino solamente los meses, sitúa la venta del hotel a la empresa Mercoteles SA en julio de 2001, y la restitución del dominio hasta ese momento en poder de Solari SA en agosto. La tergiversación es que esa devolución fue “a su titular de dominio, Mercoteles SA”3, cuando en realidad, la restitución fue a Bauen SA, como consta en el fallo de la propia jueza.

Es decir, Iurcovich le vendió a Mercoteles, o sea a sí mismo, un hotel que en los papeles no tenía, que le fue restituido recién un mes o dos más tarde, de acuerdo a ambas fechas en danza. Y, posteriormente, solo lo comunicó al juzgado de la quiebra casi cuatro años después. Ocultó, por lo tanto, la venta al conocimiento del juzgado, sin ninguna consecuencia, ya que la jueza dio por válida la compra. Si damos vuelta el punto de vista, y suponemos que Mercoteles realmente era una empresa diferente (cosa que no parece ser así cuando observamos la composición y los cambios progresivos de su directorio hasta llegar al día de hoy), también llama la atención cómo dicha firma se animó a comprar una propiedad que el vendedor no podía acreditar como suya, ya que recién un mes después el juez le devolvió los derechos que estaban, todavía, en poder de Solari.


  1. 1.a Inst. Com. n.° 9, Sec. n.° 18, “Solari SA s/ quiebra (indirecta)”, 69.699 , 20 de julio de 2007, fallo, fs. 7
  2. Denuncia del 13 de julio de 2012 del defensor general adjunto de la Defensoría General de la Ciudad de Buenos Aires, Roberto Andrés Gallardo, sobre expediente caratulado “Solari SA s/ quiebra (indirecta)”, 69.699 que tramita en Juz. 1.a Inst. Com. n.° 9, Sec. n.° 18 .
  3. Sitio web de propaganda montado por el grupo Iurcovich: http://www.laverdaddelbauen.com.ar/
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