Los intentos de cobro del remanente a través del Banco Nación, la entidad que gestionó la cartera residual del BANADE, incluyeron un acuerdo en 1994 con Bauen SACIC por seis millones de dólares. En aquel entonces estaba vigente la paridad 1 peso = 1 dólar (Ley de Convertibilidad de 1991), lo que constituyó un acuerdo más que favorable para los Iurcovich pues reducía notablemente el monto original. No obstante, los Iurcovich volverían a incumplir sus acuerdos1.
Según cálculos hechos por los trabajadores del Bauen en 2012, si el monto otorgado a los Iurcovich se actualizara mediante el IPMNG2, los 4.433.500.000 Pesos Ley (la moneda vigente en 1978) se convertirían a esa fecha en $86.805.736,77. Si a éstos se le aplica una tasa preferencial de interés –como la estipulada en la Circular VI.2.1958– de un 5%, la deuda arroja un total de $147.569.752,50. Finalmente, si a este cálculo le descontamos la penalidad de $2.502.193 que en el fallo del año 2007 recayó sobre el BANADE (por el incumplimiento de los plazos en el otorgamiento de los montos) de acuerdo a su valor actualizado, en 2012 Bauen SACIC todavía le estaba debiendo al Estado nacional unos $122.569.7523.
Queda así cada vez más claro que la construcción del Bauen a partir de esta deuda impaga con el BANADE puede comprenderse como un capítulo más de la historia del saqueo llevado adelante por la “patria contratista”, expresión con la que suele designarse a los amigos del poder que realizan negocios millonarios a costa del Estado, grupo al que indudablemente pertenece la familia Macri, cuyos miembros supieron incursionar en la política llegando al poder del gobierno porteño y posteriormente a la Presidencia de la Nación. De aquí que no haya de sorprendernos los vínculos que sepan establecer los Macri y los Iurcovich dos décadas más tarde en torno al hotel BAUEN –con Mauricio Macri ya a cargo del ejecutivo porteño–, sobre los cuáles hablaremos más adelante.