Para los trabajadores, el cambio de patrones fue un llamado de atención que fue marcando el principio del fin. En palabras de María Eva:
En el 97 nos informaron que se iba a vender esta parte, que se iba a dividir Bauen Tower de Bauen Suite1. Nos ofrecieron una plata que era mucho menos de lo que noscorrespondía por indemnización. Yo le dije que lo iba a pensar, me contestó que tenía tiempo hasta mañana y que si quería hacerle juicio tal vez le ganaría dentro de cinco o seis años y ´si se le va a pagar, se le pagará en cuotas´. Consulté con mi marido (trabajaba en Poliequipos, que también pertenecía a Iurcovich) y quedamos en firmar para luego hacer juicio. Pero me hicieron firmar ante un escribano donde aceptaba todos los términos propuestos. Otros arreglaron por medio del sindicato. Esto me sirvió para tener más conocimiento de nuestros derechos. Comencé a darme cuenta que cumplir con el trabajo de la mejor forma no nos garantizaba mantenerlo, que en cualquier momento nos podíamos quedar en la calle, que para ellos éramos solo un número, no éramos personas.
En medio de la recesión económica que atravesaba el país, el negocio en manos de Solari se empezó a complicar y los precios de las habitaciones descendieron desde los 120 dólares a unos 702. Las cosas no marchaban como se esperaba, el modelo de la convertibilidad de Menem y Cavallo se estaba agotando.
El 7 de diciembre de 1998 el Bauen fue el lugar escogido por la Alianza entre la Unión Cívica Radical y el FREPASO para proclamar la fórmula presidencial constituida por Fernando de la Rúa y Carlos “Chacho” Álvarez, quienes finalmente ganarían las elecciones de 1999. En aquellos días el hotel también fue sede de reuniones de varios jerarcas del Partido Justicialista bonaerense, quienes frecuentaban sus instalaciones a tal punto que se los terminaría conociendo como el Grupo Bauen3. Mientras tanto, Solari aportaría a las cifras de desocupación unos cuantos despidos de trabajadores del hotel, al cual, además, había reducido a la categoría de cuatro estrellas. Por si todo esto fuera poco, empezaba a acumular una deuda por ABL con el GCBA que para 2005 se calculaba en cinco millones de pesos. El declive era pronunciado.
El verano de 1999 fue, para los empresarios del sector hotelero, el peor de los últimos diez años. La devaluación del real detuvo el flujo de turistas brasileros hacia Buenos Aires, y a pesar de que los meses de enero y febrero son considerados de temporada baja en la ciudad, ya se preveía un año difícil4.
- Al hotel Bauen al que nos referimos en este libro también se lo conocía como Bauen Tower, nominación “marketinera” con el que los Iurkovich lo distinguían del Bauen Suite, nombre de fantasía para el hotel que mantienen sobre avenida Callao.↩
- Santiago O’Donnell, ob. cit.↩
- En el grupo Bauen había dirigentes como Felipe Solá, Alberto Pierri y Luis Barrionuevo. Por ejemplo, ver: “El duhaldismo comienza a armar su lista y el ‘Grupo Bauen’ endurece posiciones”, en diario El Día, 1 de febrero de 1999. Recuperado de http://pasado.eldia.com/ediciones/19990201/laciudad0.html↩
- Silvina Heguy, “Hoteles de la Capital: el peor verano en 10 años”, en diario Clarín, 21 de febrero de 1999. Recuperado de http://edant.clarin.com/diario/1999/02/21/o-02501d.htm↩