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BAUEN, día 99

Tampoco parecen conocer que hubo una reforma de la ley de concursos y quiebras en 2011 que beneficia la recuperación de empresas por los trabajadores. Con todas sus deficiencias (entre ellas que deja mucha discrecionalidad a los jueces para decidir utilizar el mecanismo o no y prolonga los tiempos muy por encima de la capacidad de espera de trabajadores que acaban de perder su fuente de ingresos), La Nación decide ignorar su existencia. Sucede que en la cabeza simplificadora de los neoliberales las empresas son como seres vivos, que nacen, crecen, envejecen y mueren (y algunas se reproducen al infinito, como el grupo Macri), y la ley de quiebras es la que regula qué se hace con los bienes del muerto. Pero este falso finado, el empresario vaciador, vendió todo a un testaferro y le dejó a sus empleados un peine gastado y unos zapatos viejos. Y en el caso de Bauen SACIC, nada.

La ocupación de fábricas y empresas es una de las pocas herramientas de lucha que tienen los trabajadores para defender su derecho al trabajo cuando los empleadores abandonan sus responsabilidades. Ilegal es el fraude empresario. Ilegal es dejar a la gente sin medios de subsistencia para hacer un negocio financiero, inmobiliario o simplemente para deshacerse sin costo de los activos de la empresa. El BAUEN cooperativo no es ilegal, entre otras cosas porque el Congreso nacional lo reconoció mediante una ley que, aunque el presidente la haya vetado, todavía está en trámite legislativo porque el parlamento tiene la facultad de aprobar o rechazar el veto. Y es, al igual que la lucha de todos los trabajadores y trabajadoras de las empresas recuperadas (y por recuperar) legítima a los ojos del pueblo argentino.

Este libro se terminó de imprimir en el mes de abril de 2017 en C.A.B.A. – República Argentina

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